Las playas bretonas son un terreno de juego inigualable para pequeños y mayores, ya sea para tumbarse al sol, hacer castillos de arena o una travesía en un viejo navío escoltado por delfines, sirenas o gaviotas. A orillas del mar, nunca faltan actividades para realizar: buceo, surf, paddlesurf o kayak. ¡Aventuras a raudales y emoción garantizada!