En la ensenada de Brest, entre Léon y Cornualles y a medio camino entre río y mar, Landerneau cuenta con un destacado patrimonio arquitectónico cuyo máximo exponente es el famoso puente de Rohan, único puente habitado que queda en Europa al que rodean hermosas viviendas de los siglos XVI al XIX que irán marcando tu trayecto.
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Descubrir Landerneau
Nacido en el punto final del recorrido de la marea, el magnífico puente de Rohan hunde sus seis arcos de piedra en agua salada. Construido en el siglo XVI, este monumento cruza el Elorn y reemplaza a otra construcción de madera que databa del siglo XII. Los edificios que se erigen sobre los pilares de granito han alojado a generaciones de prósperos artesanos y mercaderes dedicados a los tejidos. Para admirar sus edificios en voladizo recubiertos de pizarra es preciso tomar un poco de perspectiva, subiendo algunos pasos por la orilla derecha. Tiendas, restaurantes y cafés animan este insólito lugar. Y, desde hace poco, ¡incluso se puede dormir aquí! En los estudios « Nuits sur le Pont« , dormirás acunado por el murmullo del río Elorn.
Ventanas mirando al Elorn
A orillas del río, los comerciantes afortunados construyeron sus señoriales viviendas que dan fe de la rica actividad portuaria del pueblo, ligada a la exportación de lino y cuero. Las construcciones de los siglos XVII y XVIII se adornan de tragaluces labrados, torretas, entramados de madera y de escudos de armas en forma de luna, que pasó a ser el símbolo del pueblo. La piedra ocre-amarilla de Logonna da un color cálido al paseo cercano a la casa de la Sirène, la casa de la Sénéchaussée o la casa de 13 lunes. En el barrio de St-Thomas y por las calles peatonales, empuje la puerta de las galerías de arte: ¡te sorprenderán!
Una orilla llena de encanto
Tras el circuito de interpretación del patrimonio a través de callejuelas repletas de historia, nuestro paseo se prolonga por las riberas del Elorn pudiéndo incluso continuarse por el camino de la sirga. A pie o en bicicleta (hay estaciones de alquiler de bicicletas eléctricas en la ciudad), los paseos combinan el placer de disfrutar del aire libre con el descubrimiento de lugares históricos, como la Briqueterie, un importante emplazamiento industrial situado aguas arriba del puente habitado. En verano, disfruta en canoa por el río Elorn.
¿Lo sabías?
Hacer ruido en Landerneau
La expresión «esto hará ruido en Landerneau» inspira ahora el nombre de un festival. En su origen, se refería al jaleo que se formaba para burlarse de las viudas que volvían a casarse, con demasiada rapidez a los ojos de los vecinos de Landerneau.
Un pueblo alegre y dinámico
Landerneau, ciudad de la luna conserva de su época de esplendor un claro gusto por los mercados, el comercio y los intercambios. En el casco antiguo, las numerosas tiendas agradables y originales te invitan a comprar. En este lugar fundó su primera tienda de comestibles en 1949 un tal Monsieur Leclerc. Esta audacia se refleja en el Fondo Hélène y Édouard Leclerc para la Cultura, donde se organizan grandes exposiciones de arte contemporáneo. ¡El arte contemporáneos también se puede disfrutar en la Galerie de Rohan cuyo marco excepcional nos permite descubrir las corrientes artísticas de hoy en día! Durante el festival « La Fête du Bruit« , la música contemporánea resuena en el corazón del verano. ¡Landerneau es un pueblo dinámico como lo demuestran la gran variedad de exposiciones, festivales y resto de manifestaciones artísticas de las que se pueden disfrutar!
El puente de Rohan, construido en 1510, es un puente habitado con tiendas
La iglesia Saint-Thomas del siglo XVII y la iglesia Saint-Houardon de los siglos XVII y XIX y los barrios asociados, los barrios de Saint-Houardon, en Léon y Saint-Thomas, en Cornualles, con casas de los siglos XVI y XVIII, construidas con piedra de Logonna