Por su historia y dinamismo comercial, el «Pequeño Pueblo con Carácter» de Malestroit es más grande de lo que parece. Las aguas del río Oust y las antiguas calles intramuros se abren paso entre las fachadas de piedra y las casas con entramado de madera. Podrás descubrir la ciudad milenaria al ritmo de curiosas esculturas, testigos de una historia agitada y un floreciente pasado comercial.
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Descubrir Malestroit
El pueblo de Malestroit, emplazado en un meandro del río Oust, nació en el siglo XI a la sombra de una mota castral que dio origen a una fortaleza construida sobre un islote entre dos brazos del río desde donde se controlaba el paso. En el siglo XVI, se construyeron dos esclusas —entre las primeras construidas en Francia— uniendo este pueblo con Redon dando un importante impulso al comercio. Alrededor del centro histórico intramuros y las ruinas de sus murallas, se desarrollaron cuatro barrios periféricos. Las estrechas callejuelas conducen hacia el canal de Nantes a Brest, la esclusa y el camino de sirga.
¿Lo sabías?
« Quae numerat nummos non malestrica domus »: « Quien cuenta sus monedas de oro no es de Malestroit ». El lema de la ciudad refleja su interés por recibir bien a sus visitantes.
Los Raving Rabbids, personajes de dibujos animados y de videojuegos, fijaron su domicilio en una antigua construcción del siglo XV en el centro de la ciudad.
Esculturas llenas de humor
En el siglo XV, la ciudad se convirtió en una de las nueve baronías de Bretaña, protegida por fortificaciones, de las cuales aún queda algún resto. En la plaza de Bouffay, cómodamente sentado en la terraza de un café, podrás admirar los vestigios de un pasado marcado por las cruzadas y un comercio floreciente. Al lado de las majestuosas viviendas de granito esculpido, las asombrosas casas con entramado de madera hacen gala de singulares estatuillas que evocan fábulas de la Edad Media: la marrana que hila, la liebre tocando la gaita y el pelícano. Del otro lado de la plaza, puedes entrar en la notable iglesia Saint-Gilles de los siglos XI y XVI. Hace poco tiempo, descubrieron excepcionales pinturas en sus bóvedas.
La plaza de Bouffay (casas de los siglos XV y XVI)
La isla Notre-Dame
La iglesia Saint-Gilles (siglos XI y XVI)
La capilla de la Madeleine
El monasterio des Augustines
Las calles Général de Gaulle, Sainte-Anne y des Ponts (casas de los siglos XV y XVI, esquisto púrpura, verde y azul, pudinga, arenisca y granito de gran tamaño)
El vertedero, el molino y la esclusa
Las casas con entramado de madera
La casa del agua y de la pesca (Maison de l’eau et de la pêche)