Entre unos campos moldeados por la erosión, la población de Le Faouët rezuma encanto, promesas de bonitos paseos… ¿Quién podría imaginar que aquí, en la frontera de la Cornouaille de Morbihan, se encuentran los mejores mercados cubiertos de Bretaña, una de las mejores tribunas del coro de Francia y suntuosas capillas góticas?
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Descubrir Le Faouët
A 40 km de Lorient, El Faouët (el hayedo, en bretón), se encuentra en una región accidentada. El boscaje salpicado de aliagas está cincelado por un río rico en salmones y truchas, el Elle. Los Bouteville fueron los primeros grandes señores del lugar. En el siglo XV, dotaron a la región de un rico patrimonio civil y religioso, que ha dado lugar a los circuitos actuales. Alrededor del mercado cubierto, la familia Goulaine y más tarde los barones Du Fresnay transformaron este pueblo en una plaza importante. Una importancia que se refleja ahora en las actividades turísticas.
Un mercado cubierto medieval: les Halles
Es imposible pasarlo por alto. Les Halles (s. XVI) es el mercado medieval de 1.000 m2 que se yergue majestuoso en la plaza central. El gran techo de pizarra cubre una magnífica estructura de roble y abeto. Un campanario octogonal en forma de bulbo corona el conjunto. Dos veces al mes, el mercado se llena on la animación de antaño. A dos pasos de ahí, el Convento de las Ursulinas (s. XVII) alberga un museo que hace honor a los artistas que han vivido en Bretaña.
¿Lo sabías?
¿Quién fue Marion de Faouët ?
Fue la Robin Hood bretona. Con Luis XV, Marie Tromel, conocida como Marion de Faouët, robaba a los ricos y repartía una parte entre los más pobres.
Milagros de la arquitectura
La capilla de Sainte-Barbe (1489-1512) se asoma al vacío de un barranco lleno de vegetación. Una doble escalera monumental del siglo XVIII sirve de acceso. Sire de Toulbodou prometió a santa Bárbara que si sobrevivía a una tormenta terrible le construiría una capilla. Esta es de estilo gótico flamígero decorada con gárgolas, suntuosos vitrales y ex votos. Un sendero desciende hacia la fuente donde las muchachas lanzan sus horquillas con el fin de encontrar esposo. Encima de la capilla podrás revivir el placer infantil de hacer sonar la campana de la torre cercana a la casa del guarda.
A 1 km del centro de la ciudad, la capilla de Saint-Fiacre es un espléndido testimonio del gótico flamígero. Su maravillosa tribuna de madera colorida (una de las más antiguas de Bretaña) la ha hecho famosa. Este libro de imágenes atentamente esculpido presenta en una cara los poderes del mal y en la otra, una evocación de la salvación a través de la iglesia.