¡El paisaje de los Montes de Arrée es sorprendente! Esta región de naturaleza salvaje y protegida del centro de Bretaña enamora por su autenticidad. El pico más alto en esta zona, el Roc’h Ruz, solo alcanza 385 metros. A solo unos pasos, descubrirás recintos parroquiales, retablos esculpidos y encantadoras capillas.
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Descubrir Los montes de Arrée
En el Parque Natural de Armorique, el macizo montañoso de los Montes de Arrée divide Finistère en dos partes.Es un paisaje impresionante, casi irreal donde los brezales, las aliagas y las aristas rocosas se mezclan hasta donde te alcanza la vista. Las impresionantes vistas panorámicas de los montes te dejarán boquiabierto. Ponte calzado cómodo y sube hasta el pico del Roc’h Trevezel. Desde allí la vista a la comarca de Léon es impresionante.
Una capilla en la montaña
Erigida en la cima de una colina árida, la capilla de Saint-Michel-de-Barsparts, dedicada al arcángel San Miguel, data de 1672. Las vistas bien merecen la subida de los numerosos peldaños. En los días claros se pueden ver la cadena de montañas negras, los campanarios de Saint-Pol-de-Léon y hasta el mar. Muy cerca de allí, vale la pena visitar el recinto parroquial de Sizun y el retablo barroco de Commana.
¿Lo sabías?
Una montaña pelada
¿Por qué hay tan pocos árboles en los montes de Arrée? Cuenta la leyenda que antaño esta zona estaba cubierta de bosques, pero el Cielo pidió a los árboles que fueran a Belén a ver nacer al niño, pero como se negaron a cruzar el océano, los árboles fueron condenados a secarse.
Una tierra virgen
Un paisaje de brezales silvestres y unas landas enigmáticas… forman la atmósfera de los Rochers du Cragou. Este es el último lugar virgen de Bretaña, carente de toda intervención humana. Al salir de la aldea de Bouillard, siga el camino botánico que conduce hasta estas tierras protegidas. Ojo avizor: a zarapitos reales y aguiluchos les gusta descansar aquí.