Del carácter polifacético de Saint-Brieuc se desprende una vibrante paleta de colores. Desde el verde, como sus tres valles y los senderos que la rodean, hasta el azul del mar y el dorado de sus playas, mezclados con los mil colores de sus joyas art déco y street art… ¡Saint-Brieuc es un magnífico patchwork en movimiento!
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Descubre Saint-Brieuc
Entramados de madera alrededor de la catedral Saint-Guillaume, majestuoso granito de viaductos y casas de armadores, mezcla art déco y street art: ¡el patrimonio de Saint-Brieuc te dejará sin aliento! Los grafiteros del festival Just Do Paint han convertido la ciudad en su patio de recreo y han creado decenas de murales: puedes seguir el rastro de algunos desde la plaza Haute-du-Chai hasta la calle Saint-Goueno. Cohabitación lograda con el estilo art déco de los edificios, los mosaicos Odorico y la capilla de la Maison Saint-Yves: desde el suelo hasta el techo, una joya de ocres, rosas y formas geométricas de una modernidad impresionante.
¡Una ciudad para salir del cascarón!
¿Es hora de un descanso? Terrazas acogedoras y restaurantes exquisitos: estás en el lugar perfecto para tomar una copa, probar fantásticos productos locales, especialmente la vieira, comprar en concept stores al estilo Chez Simonne, darte una vuelta por el mercado (hay dos enormes cada semana donde la «galette-saucisse» es la gran estrella) y salir: Le Fût Chantant, Bonjour Minuit y La Passerelle te están esperando. ¡Felicidad a raudales!
Tampoco te puedes perder, en otro estilo, el puerto deportivo de Légué, cuyos muelles se abren al mar y la bahía. Dotado de un espléndido pasado marítimo, al día con los tiempos que corren, y rebosante de tiendas de ropa, discos, bares y restaurantes, es ideal para dar un paseo o salir a correr. Para bajar hasta aquí desde el centro tomamos una vía verde de 3 km: el valle de Gouédic, o el «Central Park» de Saint-Brieuc. Porque Saint-Brieuc es también la ciudad de los 3 valles (Douvenant, Gouët y Gouédic), pulmones verdes que desembocan en el mar. Asomada al puerto, no te pierdas la Villa Rohannec’h, auténtico mirador sobre la bahía.
«¿La capilla de la Maison Saint-Yves? Desde el suelo hasta el techo, una joya de ocres, rosas y formas geométricas de una modernidad impresionante»
¿Sabías que…?
Art Rock: música y gastronomía al aire libre
Todos los años, en Pentecostés, Art Rock entusiasma a su público. Este festival pluridisciplinar se asocia con el colectivo Rock’n Toques, su homólogo street food, para que todo el mundo pueda disfrutar de una experiencia culinaria de alto nivel a un precio asequible. En cada edición, un chef con estrella colabora con un cabeza de cartel para ofrecer un menú excepcional.
Modo «slow» en la reserva natural
En Légué, estás en primera fila para adentrarte en la mayor reserva natural de Bretaña. Es la 5ª bahía del mundo en cuanto a amplitud de las mareas. Entre puntas panorámicas, aves migratorias y pequeñas calas, fauna y flora coexisten y el paisaje se vuelve más salvaje e incesantemente variable. La visitamos durante una salida de pesca a pie, una salida ornitológica – aquí anida más de un centenar de especies – o una vista al parque de mejillones de Bouchot. Y ponemos rumbo a Hillion, a la Maison de la Baie, para no perdernos nada de este entorno protegido.
En coche, si accedes desde Rennes por la RN12 (autovía sin peaje), llegarás en 1 h. El trayecto en coche desde Barcelona es de unas 11 h, mientras que desde Madrid es de unas 12 h. Con la Línea de Alta Velocidad, desde París-Montparnasse a Saint-Brieuc, el viaje es de 2 h y 15 min y de 2 h y 6 min los viernes por la tarde, puesto que no se detiene en Rennes. En la estación de autobuses se ofrecen servicios de larga distancia con las compañías Flixbus y Blablabus.
¿Cómo desplazarse por la ciudad y la región?
Alquiler de bicicletas (¡te recomendamos la eléctrica por los desniveles!) en la tienda Rou’Libre, a la salida de la estación. Saint-Brieuc cuenta con la excelente red de autobuses TUB, con la que podrás recorrer todo el núcleo urbano. En verano, podrás llegar a las playas cómodamente gracias a las lanzaderas Breizhgo que conectan las ciudades costeras de Binic-Etables-sur-Mer, Saint-Quay-Portrieux y el pequeño pueblo con encanto de Quintin. Para descubrir más sobre el departamento de Côtes d’Armor, también puedes ir a Paimpol o al cabo Fréhel.
