Saint-Quay-Portrieux - Plage du PortrieuxSaint-Quay-Portrieux - Plage du Portrieux
©Saint-Quay-Portrieux - Plage du Portrieux |Thibault Poriel

Saint-Quay-Portrieux

Una escala entre puertos y playas

Como indica su nombre, Saint-Quay-Portrieux vive al ritmo del mar y de los barcos. Sus puertos y su actividad con el marisco lo confirman. Desde el siglo XIX, su litoral salpicado de playas e islas ha convertido a esta población en un agradable lugar costero, adosado a los flancos rocosos de la bahía de Saint-Brieuc.

Descubrir Saint-Quay-Portrieux

Desde el siglo XVIII, las goletas de los “terre-neuvas” reafirman la vocación portuaria de la población. El puerto, bautizado como Portrieux o Vieux Port (Puerto antiguo), y los callejones en los que se aprietan las casas presentan el encanto típico de un puerto bretón. Para no esperar a la marea, los barcos de pesca y de ocio acceden las 24 horas a Saint Quay Port d’Armor, el primer puerto de aguas profundas del norte de Bretaña. Los diques permiten callejear entre el tintineo de los aparejos. Desde los pontones podrás embarcarte en un velero tradicional para hacer una excursión a Bréhat o los altos acantilados de Plouha.

La capital de las vieiras

En los muelles reina una gran animación cuando desembarcan los crustáceos, las caballas, las lubinas… Cobra intensidad entre noviembre y abril, durante la pesca de la vieira. El molusco pecten maximus es sin duda la estrella de la lonja… y de las mesas locales. Del mar al plato, marineros y cocineros le harán descubrir este tesoro de la Bahía. Organizan incluso una fiesta en su honor en abril, con salidas al mar, degustaciones, conciertos… ¡Apreciala sin moderación!

Playas multicolor

Ciudad portuaria, Saint-Quay es también un pueblo costero con hermosas playas y tranquilos arenales. La playa de Casino se ha ganado su reputación con su balsa-trampolín y su piscina de agua de mar. La playa de Châtelet se esconde detrás de una punta rocosa. Con arena o sus casetas, la playa de la Comtesse ofrece una vista impresionante de los barcos y los veleros que recorren el puerto. El color de su arena va cambiando con las mareas y el brillo del sol, una sorprendente particularidad debida a la presencia de cristales de ilmenita negra.

¿Lo sabías?

¡Una pesca con límites!

Para proteger la reserva de vieiras, la pesca solo se permite entre octubre y abril, dos veces a la semana y durante 45 minutos solamente. Las vieiras deben tener un tamaño mínimo de 10,2 cm.

Tierras que se pueden conquistar a pie o remando.

Frente a la playa de la Comtesse se encuentra la isla que lleva el mismo nombre. Está cubierta por la vegetación y los restos de una casa solariega. Se puede acceder con marea baja y promete una poética escapada. En el continente, el GR 34 se eleva sobre la punta del faro, que descubre una estimulante vista de la Bahía. El camino continúa por un lado hacia Portrieux y, por el otro lado, hacia las playas y, después, hacia el arenal de Saint-Marc. Entre las olas de color azul se esparcen las islas, a las que se puede acceder en kayak o en barco. La Île Harbour está coronada por una vivienda-faro. Con las grandes mareas, las islas de Saint-Quay alegran la vida a los aficionados a la pesca a pie. ¡Hay que visitarlas por su ambiente, su fauna y su flora!

Web Oficial de Turismo de Bretaña
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