La Roche-Derrien - bas du pontLa Roche-Derrien
©La Roche-Derrien- rives du Jaudy|LAMOUREUX Alexandre

La Roche-Derrien

Un lugar encantador

Esta pintoresca ciudad está marcada por el legado de varias comunidades de artesanos y comerciantes. A lo largo del circuito urbano «Yann, le roi des chiffonniers», podrás ir escudriñando los secretos de la ciudad. A orillas del Jaudy, resurge el recuerdo de los veleros que impulsaron la economía de la ciudad. En verano, el jardín del presbiterio, con sus parterres y sus animaciones sobre el trabajo del lino, rememora el otrora próspero comercio de lino de la región.

Descubrir La Roche-Derrien

En el siglo XI, Derrien, hijo del conde de Penthièvre, construye la ciudad sobre un promontorio rocoso con vistas al estuario del Jaudy. Hoy no queda apenas nada de la fortaleza que controlaba el paso por el río navegable, solo la capilla du Calvaire construida en el lugar del antiguo torreón y desde la que podrás disfrutar de una magnífica panorámica de la ciudad y del valle. La iglesia de Sainte-Catherine se construye en el siglo XIII y después se remodela. Fortificada durante la Guerra de Sucesión, cuenta con salas de vigilancia y almenas y unas preciosas vidrieras recientemente restauradas.

Barrios que conservan el legado de sus actividades pasadas

Los vestigios de la Edad Media cuentan el pasado histórico de la ciudad: puerta de la Maladrerie, plaza du Pilori, callejón des Anglais, callejón d’Argent… La rue de la Fontaine conserva las huellas de los antiguos comercios con sus características ventanas. La ciudad está dividida en dos. La ciudad baja o « bas-du-pont » es la de los traperos, llena de colores; y la de los techadores, que perpetuaron un lenguaje específico, conocido como el tunodo. La ciudad alta, en torno a la plaza du Martray, alberga casas de entramado de madera de los siglos XV y XVII. El puerto, uno de los más antiguos de la costa norte, debe su importancia al tráfico de la sal y el vino y, más tarde, al transporte de pizarra, extraída de las canteras locales.

¿Lo sabías?

La Roche-Derrien es conocida también como « Kapital Stoup« , o capital de los tejedores de lino, una denominación que todavía resuena en el Trégor.

Una prosperidad vinculada al lino y a la pizarra

La Roche-Derrien es una ciudad floreciente hasta mediados del siglo XX gracias a sus comercios, sus artesanos y su actividad vinculada al lino y a la pizarra. Hoy en día, este rico pasado histórico resurge con los mercados de antigüedades, con la fiesta anual y con el mercado medieval.

Visitas imprescindibles

  • La iglesia de Sainte-Catherine d’Alexandrie, de estilo románico y gótico
  • La mota castral
  • Las casas de entramado de madera (siglos XV, XVI y XVII)
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