Descubrir Douarnenez
Según reza la leyenda, Douarnenez nació del agua y de la ciudad de Ys, donde reinaba Gradlon. Pero tras una artimaña de Dahut, su hija, Ys fue engullida por el mar. Alrededor del siglo XVI, fue un gran puerto mercantil desde donde se exportaban las telas de la región. Su mayor riqueza provenía de la pesca, por ello, Douarnenez se convirtió en un centro pesquero de sardinas en el siglo XIX. De estas epopeyas, perduran aún hoy en día antiguas casas, varias iglesias en Pouldavid y más allá del puerto de Rosmeur, podemos ver talleres y pequeñas casas de pescadores. Si ayer, los muelles seguían el ritmo de las traineras y de las conserverías, hoy en día, con sus fachadas coloridas, están poblados de cafés y terrazas de restaurantes.
¡Descubre los barcos tradicionales y una isla del tesoro!
Si deseas conocer auténticos barcos y aparejos de todo el mundo, ¡tu cita es en el Port-Musée! Linda con el Port-Rhu, el puerto más antiguo de la ciudad. En la dársena de marea, podrás visitar cinco barcos amarrados: un langostero, una gabarra, un remolque inglés, una barcaza y un barco de cabotaje noruego. ¡A los niños les encantará jugar a ser el capitán de estos barcos! Frente al museo portuario y al puerto deportivo, la isla Tristán nos muestra sus múltiples facetas. Este trozo de tierra, al que podrás acceder con marea baja y una visita guiada, atesora un exótico jardín botánico, increíbles huertos, vestigios de fortificaciones y una casa principesca. ¡Descubrirás un botín fantástico! Con mucha información y jugosas anécdotas, el guía te conducirá por los punto con mejores vistas panorámicas sobre Douarnenez y la bahía.