Una vía sembrada de perlas
A lo largo de los 360 km de esta plácida senda azul, hasta 236 esclusas (¡ni más ni menos!) marcan el paso de las embarcaciones ligeras. Gracias a un increíble ingenio técnico, el canal recorre los más bonitos valles bretones, desde el Erdre hasta el Aulne pasando por el Vilaine, el Oust y el Blavet. Visita ciudades pintorescas® y bordea antiguas abadías, como la de Bon-Repos, y fortalezas medievales, entre las que destaca la de Josselin. ¡Los ciclistas más aguerridos pueden recorrer este sinuoso circuito en una semana! Otros se acercarán a este paraíso verde sin prisas, parando a su antojo en los hoteles, las casas rurales o las casas de huéspedes que bordean el recorrido.