El otoño ofrece una variada paleta de colores, refuerza el color del granito del litoral, viste de ocre y rojo los campos y los bosques, acuarelea las aguas… Es el momento de jugar al golf entre brumas matinales, disfrutar de un fin de semana sofá-manta, asaltar las ciudades para ir de compras y asistir a exposiciones y festivales. Hay que rendirse a la evidencia: ¡el otoño bretón es muy animado!