Sidra y zumo de manzana bretones

Los diferentes tipos de sidras

La sidra se evalúa según tres criterios: su acidez, sus taninos y su porcentaje de azúcar (cuanto más elevado sea este, el nivel de alcohol en la sidra será menor). La sidra dulce contiene menos de 3 grados y está recomendada para acompañar crepes y postres con un sabor muy afrutado. La sidra semiseca tiene entre 3 y 5 grados, mientras que la sidra seca o brut tiene una graduación superior a 4 grados. Esta última es más amarga y espumosa, y es ideal para acompañar las crepes de trigo sarraceno. También podemos clasificar la sidra con otros términos: la sidra llamada «tradicional» o «de granja» se elabora aplicando técnicas ancestrales. En cambio, la sidra «achampanada» hace referencia a su embotellado ya que se presenta en botellas cava o champagne, cerradas con un corcho grande y un bozal metálico.

Las excepcionales sidras bretonas

Tanto en la selección de las variedades de la manzana como en las diferentes etapas de fabricación de la sidra, se palpa el gran talento de los sidreros. Al igual que el vino, la sidra tiene también sus caldos.

• La sidra de Cornualles DOP
  En 1996, la Sidra de Cornualles fue el primer producto bretón que obtuvo una «Denominación de Origen Protegida» (DOP). Procede de una agrupación de 38 municipios en torno a Quimper. Esta zona cumple con los criterios necesarios de radiación solar, lluvias y altitud, y cuenta con la técnica tradicional que aplican unos 28 productores. Le Cornouaille es una sidra semiseca 100 % puro zumo de manzana, de color dorado, burbujas finas y un pequeño toque de amargor.
• La Royal Guillevic es la única sidra que obtuvo el Label Rouge de France (Etiqueta Roja de Francia)
  En la entrada de la península de Rhuy, la Sidrería Nicol, fundada en 1928, elabora una sidra presente en los mejores restaurantes. Los gourmets lo llaman el «champán bretón» por su finura y se elabora con una sola variedad de manzana, la Guillevic.
• La cuvée Carpe Diem Prestige es la sidra del Elíseo
  Desde 1997, la Cidrerie du Domaine de Kervéguen provee al Elíseo con su sidra Prestige Carpe Diem. Esta variedad de manzana tardía, que se elabora al igual que los vinos de paja o de vendimia tardía, es una sidra excepcional a la antigua usanza, procede de la agricultura ecológica y se cría en barricas de roble.