Hay algunos lugares que lo tienen todo. Un molino, un río. Una terraza, una casa típica. Una cocina para chuparse los dedos. Productos de la huerta cuidadosamente seleccionados que se transforman en auténticas delicias. En su exquisita sencillez, la comida es un festín. Te recomendamos estas 5 posadas con los ojos cerrados: ¡aún no hemos ido y ya tenemos ganas de volver!