Le NessayLe Nessay
©Le Nessay |Julien Pignol

Estancias de ensueño

Las últimas maravillas para descubrir

Un castillo de cara al océano, un hotel moderno oculto en un edificio histórico, una casa de piedra típica renovada o un chef con estrellas Michelín  que te invita a su mesa… ¡Auténticas perlas!

De un vistazo

1. Espíritu contemporáneo impregnado de historia

Le Grand Bé en Saint-Malo

Al abrigo de las murallas, este antiguo edificio de Hacienda se ha transformado en hotel de 4 estrellas. Le Grand Bé cuenta con 56 habitaciones, cuatro de las cuales son suites con terraza y bonitas vistas a la ciudad intramuros. La decoración con un diseño y estilo depurado armoniza con el espíritu de Saint-Malo y está rematada con obras de artistas contemporáneos. Una inmensa nasa de pesca suspendida del techo del vestíbulo aporta un toque de majestuosidad al lugar. El hotel dispone también de una zona de bienestar, un restaurante-bistro gastronómico y una sala de coworking.

Le Grand Bé


2. Escala revitalizante en la Riviera bretona

Les Garennes en Bénodet

Quince habitaciones con una decoración alegre y acogedora en un castillo rehabilitado. Un inmenso parque con 5 km de senderos a lo largo del río Odet. Piscina con vistas al mar, spa, hammam y sauna para una relajación total: ¡Les Garennes lo tiene todo! Sin olvidar el servicio de préstamo de bicicletas eléctricas, ideales para pasear por Sainte-Marine o Bénodet...

Les Garennes

3. Nueva vida para el Castillo de Nessay

Saint-Briac-sur-Mer

Anclado en su península, en Saint-Briac-sur-mer, el Castillo du Nessay inicia un nuevo capítulo de su historia. Este elegante edificio decimonónico, antigua casa familiar transformada en hotel-restaurante, recibe a sus huéspedes en 17 habitaciones de 4 estrellas. Cada una de ellas tiene una identidad propia, aunque todas ofrecen vistas al mar. Le Nessay cuenta también con un restaurante de cocina familiar, un bar y una zona de bienestar, todos ellos abiertos a la clientela externa.

Le Nessay 


4. En el corazón del Priorato

Hotel-spa Ginkgo Biloba en Quimper

En un edificio declarado monumento histórico en pleno barrio de Locmaria, en Quimper, se encuentra el hotel-spa Ginkgo Biloba. Este hotel de cuatro estrellas dispone de veinte habitaciones, doce de las cuales son suites espaciosas y repletas de luz. Algunas de ellas gozan de una bonita vista del Odet o del extraordinario jardín medieval. Su decoración combina la madera, el metal y el mobiliario contemporáneo, con algunas piezas exclusivas realizadas por artesanos locales que le añaden atractivo. El centro de bienestar aporta un toque zen al lugar.

Hotel Ginkgo

5. Frente al mar

Hotel Pavillon de la plage en Trébeurden

Con una ubicación de ensueño en la costa de granito rosa, este edificio del siglo XX se ha renovado por completo para transformarse en un hotel con encanto. Cada una de sus 20 habitaciones cuenta con una decoración única, inspirada en la vista que ofrezca: la península de Castel, la isla Milliau, la punta de Lan Kerellec… Los materiales nobles y la delicadeza del mobiliario le confieren una exquisita elegancia. Y un toque especial: una zona de regreso de la playa, donde enjuagarse tras los baños en el mar.

Le Pavillon de la plage


6.  El encanto de una casa de piedra bretona

 Le manoir de Kerbot en la península de Rhuys

El Manoir de Kerbot te garantiza evasión al 100 % en la península de Rhuys. Este nuevo hotel-restaurante de 4 estrellas ofrece nueve habitaciones en una longère (típica casa rural bretona) renovada, rodeada de 5 hectáreas de jardín. Las bóvedas, muros de piedra y buhardillas añaden a la decoración sobria y elegante un estilo pintoresco. ¿Y sus ventajas para la relajación y el bienestar?  Un spa y una terraza desde la que disfrutar de unas impresionantes vistas al lago y de la compañía de las aves de las marismas del Duer.

Le Manoir de Kerbot


7. Un chef galardonado

Château de Boisgelin en Pléhédel

Tras lograr una estrella en el Manoir de Lan Kerellec en Trébeurden, Mathieu Kergourlay se enfrenta a un nuevo desafío. El joven chef bretón y su esposa Marine han tomado las riendas del restaurante-hotel Château de Boisgelin en Pléhédel, cerca de Plouha y sus acantilados. Tras los fogones, este prolífico cocinero busca destacar el sabor de los productos de su huerto y de la región por medio de combinaciones originales de sabores exóticos y marinos. Marine, por su parte, se encarga de gestionar el hotel: 14 habitaciones recientemente decoradas con una mezcla sutil de mobiliario de época y piezas modernas.

Château de Boisgelin

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