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©Bernard Galeron

Los parques y jardines más hermosos

¿Prefieres quizás un parque de estilo inglés, un jardín de estilo francés, un paisaje campestre o exótico? En Bretaña, los parques y jardines ofrecen una diversidad poco común. Tierra de marineros y viajeros, aquí se registran especies de todos los rincones del mundo. Su clima suave y sus suelos propicios a la aclimatación también explican esta riqueza. ¡Ven a despertar tus sentidos y escápate por los 10 jardines más hermosos de Bretaña!

De un vistazo

1. El jardín de Georges Delaselle

Un concentrado de exotismo

En la isla de Batz, el jardín Georges Delasselle es una invitación a viajar. Creado en 1897 por Georges Delaselle, un empresario parisino, el jardín moldeado por este apasionado de las plantas exóticas durante 40 años, favorece las floraciones estivales y evoca ambientes lejanos. Aquí conviven nada menos que 2000 especies de todos los continentes, California, Australia, Chile, África Meridional… ¡Cambio de aires garantizado!

Jardín de Georges Delaselle


2. La finca de La Roche Jagu

Un panorama excepcional

En el corazón de Trégor, el castillo de La Roche Jagu (siglo XV) y su parque contemporáneo de inspiración medieval ofrecen una vista excepcional del estuario de Trieux. Durante el paseo te sorprenderás por la variedad de paisajes: jardines medievales, palmerales, avenida de las camelias, estanques y lagunas, marismas salinas… sin olvidar el estanque para caballos y el sendero de pérgolas con dulces aromas de rosas, madreselva y glicinia… Una verdadera invitación a pasear por este parque de 74 hectáreas de acceso libre y gratuito todo el año.

La finca de La Roche Jagu

3. El Conservatorio Botánico Nacional de Brest

Vuelta al mundo de las plantas amenazadas

En el corazón del valle de Stang-Alar, cerca del centro de la ciudad, el Conservatorio Botánico Nacional de Brest trabaja desde hace más de 40 años en la protección de las especies en peligro de extinción. En el jardín o resguardado por sierras tropicales, emprende una vuelta al mundo de las plantas amenazadas: brezos, bambús, secuoyas, eucaliptos, hibiscos, helechos arborescentes… De Armórica a América, pasando por Mauricio o Las Canarias, este lugar de ciencia y relajación te contará, a través de las estaciones, la historia y la belleza frágil del reino vegetal.

El Conservatorio Botánico Nacional de Brest

 

4. El parque botánico de Cornualles

Sinfonía inglesa

Ubicado entre Bénodet y Pont-L’Abbé, el parque botánico de Cornualles posee una gran colección de 4000 plantas de todo el mundo, un jardín acuático, un jardín exótico y un museo de minerales. A lo largo de los meses y las calles, explora los meandros de este parque de estilo inglés donde todo es curvo. Camelias, rododendros, magnolias, arces, hortensias o nenúfares se mezclan y responden en una verdadera sinfonía de formas, colores y aromas.

El parque botánico de Cornualles


5. Jardín de la Ballue

El jardín más bello del arte topiario

Situado cerca del Mont-Saint-Michel, el Château de la Ballue domina el valle de Couesnon. Inspirado en la Italia barroca, este accidentado jardín ofrece un recorrido laberíntico y lúdico a través de 13 salas de vegetación. El jardín clásico de estilo francés y su arte topiario realzan, el castillo y su paisaje montañoso. Tejos, arbustos, glicinias, abetos y laureles modulan el espacio con maravillosos volúmenes, perspectivas y juegos de luz. Lewis Caroll y Tim Burton no están lejos. Entra en este jardín como en un cuadro.

Jardín de la Ballue


6. Jardín de Brocelianda

El más insólito

En Bréal-sous-Montfort, los jardines de Brocelianda se visitan al revés. Los recorridos Despierta tus pies, Activa tus sentidos, Sube a la cima o Juega en el agua se realizan con los pies descalzos, los ojos vendados, en lo alto de los árboles o con la cabeza en las nubes, y te harán vivir aventuras sensoriales inéditas. Déjate seducir por la magia del Sendero de los korrigans o distraer por los habitantes de Poul’ailleurs. ¿Algo más contemplativo? Disfruta de una escapada asiática o un paseo entre lirios, rosas, lilas o antiguos vergeles de manzanos. En este jardín «diferente de cualquier otro», la biodiversidad rima con la creatividad y la solidaridad.

Jardín de Brocelianda


7. Parque Botánico de la Alta Bretaña

El más original

No muy lejos de Fougères, el Parque Botánico de la Alta Bretaña invita a soñar y viajar. En sus 25 hectáreas, 24 jardines poéticos agrupados en tres conjuntos (jardines de la arcadia, jardines románticos y jardines del crepúsculo) te transportarán a través de las épocas y los continentes. Desde la primavera hasta el otoño, disfruta de la riqueza de especies, fragancias y vistas como la belleza cambiante de luces y colores, del azul etéreo de las hortensias y del rojo extravagante de los rododendros… En familia, atrapa un tiranosaurio, un fantasma, el Minotauro o extrañas plantas carnívoras.

Parque Botánico de la Alta Bretaña

 


8. Jardín de Kerdalo

El más romántico

En el fondo de un valle que se sumerge en el río Jaudy, el artista Peter Volkonski diseñó las 17 hectáreas del Jardín de Kerdalo (ahora a cargo de su hija y su yerno) como una pintura viviente, con un fuerte sesgo cromático y el agua como hilo conductor. Piscinas, cascadas, escaleras de agua, grutas, pabellones, bajorrelieves de conchas… déjate seducir por el alma y la magia de este lugar romántico, natural y elaborado a la vez, donde se encuentran, alrededor de la casa solariega, terrazas italianas, un jardín inglés y un prado. Un tesoro inclasificable, con una riqueza de 5000 especies locales –entre ellas muchas plantas de tierras ácidas–, rurales y exóticas.

Jardín de Kerdalo


9. Parque del dominio de Trévarez

Centenario y contemporáneo

En el centro de Finistère, que domina el valle de Aulne, el parque de Trévarez es el inmenso escenario (85 ha) del castillo rosado Belle Époque que fue el sueño modernista de James de Kerjégu. Destacable por su eclecticismo –con jardines franceses, italianos, japoneses, románticos, juegos de agua y arquitectónicos–, el parque aprovecha el relieve y el bosque. Sus colecciones centenarias de camelias, rododendros, así como robles, arces, fuchsias… aseguran el espectáculo de una floración continua. Descubre el universo del artista contemporáneo invitado cada año a vivir en estos lugares (en 2016, el escultor Robert Schad) y disfruta, en familia, de múltiples animaciones.

Parque del dominio de Trévarez


10. Abadía de Daoulas

La más virtuosa

La abadía de Daoulas tiene entre sus muchos tesoros un notable jardín de plantas medicinales organizado en dos niveles: Europa occidental por un lado y Oceanía, África, América y Asia por el otro. Con vistas a la abadía y al claustro, este jardín de inspiración medieval y renacentista rompe con el estilo romántico del vasto parque circundante. Desde 2016, un jardín de árboles medicinales le acompaña. Árbol de alcanfor, mandrágora, árbol de té… descubre las virtudes medicinales, aromáticas y culinarias de 300 especies de todo el mundo.

Abadía de Daoulas

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