Restaurants vue mer : la top list bretonne

Gastronomía en un marco excepcional. En la costa bretona, siéntate a la mesa, disfruta de la inmensidad del mar azul… ¡Y empieza a desconectar! El mar cobra protagonismo y te deslumbra en la carta y en la cocina. Te presentamos 6 restaurantes con aires marineros que nos encantan. ¡Pruébalos y lo entenderás!

De un vistazo

1. Unas vistas ultramarinas

Le Bélouga – Perros-Guirec

Este lugar excepcional podría ser el rey de los restaurantes de la Costa de Granito Rosa. No tenemos ninguna duda. Embárcate en una gran aventura arropado en todo momento por la infinidad del océano. Las vistas a la bahía de Perros y Las Siete Islas, con Rouzic a la cabeza, son sencillamente impresionantes. Un lugar recién reformado en el que se respira un ambiente zen y exquisito. Festival de sabores en un marco encantador: alta cocina, refinada y local, aderezada con toques de exotismo. Deleita tu paladar con su primorosa receta de San Pedro recién capturado en aguas de Erquy.

Le Bélouga

2. ¡Elegancia a la vista!

Colette – Saint-Coulomb

Al oeste de Cancale, Colette te da la bienvenida. Es mucho más que un restaurante. Colette es un entorno idílico con un ambiente informal y acogedor. Una vistas únicas de la Pointe du Meinga y la isla Besnard. Arthur, Mathilde y su equipo te atienden con su mejor sonrisa. Platos frescos y copiosos, donde los productos locales son los grandes protagonistas. Las estrellas de la carta son las ostras y el paris-saint-coulomb de postre. Colette es un lugar acogedor donde irradia el espíritu de la abuela de Mathilde. ¡No te lo puedes perder!

Colette (Fr.)

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3. Entre mar y tierra

Le Bénétin – Saint-Malo

Entre Saint-Malo y Cancale, a salvo de las miradas indiscretas, se erige un lugar de madera y piedra, cuyo comedor tiende sus brazos al mar. Le Bénétin es un imprescindible de la bistronomía de esta ciudad corsaria. Nos encanta su ubicación, dominando un paisaje de rocas esculpidas, sus puestas de sol y sus impresionantes vistas a las islas de Chausey. Productos de calidad elaborados al ritmo de las estaciones y las mareas. Disfrute máximo con los abulones en su concha, el bogavante asado con Kari Gosse, el milhojas, el palet de vainilla… Las hierbas y las flores se recogen en el pequeño jardín colindante. ¡Un valor seguro frente al océano!

Le Bénétin (Fr.)

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4. Un crucero de sabores

L’Amiral – Saint-Malo

Una velada perfecta en el corazón del puerto de Saint-Malo, detrás de la estación marítima. Un panorama único de la bahía y vistas al mar a 180°: las murallas de la ciudad por un lado y Dinard por el otro. Decoración sobria y cálida. Un lugar elegante e informal con un servicio impecable. De la extraordinaria cocina llegan a la mesa productos frescos y preparados con delicadeza. Quizá este sea tu mejor descubrimiento.

L’Amiral (Fr.)

5. M de Mémé

Mémé Lilia – Plouguerneau

Dile a un lugareño que te recomiende uno de esos lugares que no te puedes perder. Su lugar favorito para disfrutar de una cocina local y de temporada frente al mar. Seguro que te recomienda Lilia. Un pueblo a 25 minutos de Brest, en la entrada de las rías. Una playa de arena blanca al oeste de Isla Vierge, Kervenni. Una terraza. Madame Lilia te espera. ¿Qué tenemos de menú? Tapas, pescado muy fresco capturado por la familia y cocinado al horno de leña: un producto sencillo, bien elaborado y de máxima calidad. Pescadores cocineros de generación en generación… ¡Gracias por seguir con la tradición!

Mémé Lilia (Fr.)

6. Déjate sorprender en Carnac…

L’Eskell – Carnac

¿Merece la pena este establecimiento ubicado en el Diana, hôtel & Spa? Sin lugar a dudas. L’Eskell, «el ala» en bretón, destaca principalmente por su ubicación con unas impresionantes vistas a la playa y la bahía de Quiberon. A unos pasos del agua. Al lado del lounge bar, este restaurante gourmet destaca por su decoración exquisita de estilo art déco. Dos maestros hosteleros, el chef y el chef pastelero son los encargados de una cocina de autor, inspirada en el mar, con productos frescos de temporada que subliman a la perfección con grandes dosis de imaginación. Un sumiller y un servicio perfectos. ¡L’Eskell te da alas!

L’Eskell