Con sus muelles bordeados de terrazas, sus coloridas callejuelas, sus pontones que se acercan suavemente al mar, los pequeños puertos bretones son irresistibles. Paisajes de postal en la costa que son, sin embargo, espacios vitales muy animados. Te enamorarás del encanto y la atmósfera de estos seis puertos, algunos de los más pintorescos de la región.