El despertar de todos los sentidos
Con los ojos, mira los impresionantes y coloridos paisajes; con la nariz, huele los aromas de la landa; y con los oídos, escucha el romper de las olas y el graznido de las aves. Los acantilados de arenisca rosa del cabo Erquy dominan un mar esmeralda y se visten de landas vírgenes y colores cambiantes. Al amarillo resplandeciente de las flores de aulaga en primavera, le sucede el violeta de los brezales en verano. En este paraje natural protegido se encuentran numerosas especies vegetales y es un regocijo apreciado de las aves marinas. Erquy es también un puerto de pesca famoso por sus vieiras. No muy lejos, desde los majestuosos acantilados del cabo Fréhel, podrás deleitarte con una de las vistas más bellas de Bretaña. Si el día está despejado, podrás disfrutar de un panorama que se extiende desde la provincia normanda del Cotentin y la isla de Jersey hasta Paimpol. ¡Un paisaje sobrecogedor que te dejará sin aliento!