ITINERARIO
En Bretaña no hay que buscar la belleza. Está en todas partes. Si hay una región de Francia capaz de enamorarte cada día, es esta. Descubrí Bretaña hace dos años y disfruté tanto, que tenía claro que no tardaría en volver. Tierra de leyendas, de mar salvaje, de gastronomía deliciosa y pueblos medievales con calles perfectas, su punto fuerte no sale en las fotos. Lo mejor de Bretaña es lo que no se ve, pero se siente: su ritmo de vida y una paz indescriptible que te hace bajar revoluciones y olvidar las prisas de la vida. Un destino perfecto para ser feliz con mis hijos. Y lo he sido.