¡Embarque inmediato para el estuario del Loira! Donde el río y el océano mezclan sus aguas a buen seguro encontraremos barcos. Ya sean barcos gigantes construidos en Saint-Nazaire, arrastreros cargados de pescado llegados al puerto de La Turballe, tradicionales veleros a lo largo de la costa de Jade o barcazas adentrándose por el corazón de las marismas de Brière… ¡El estuario puede recorrerse de distintas maneras, todas divertidas y originales!
¡Bienvenido a la multifacética ciudad de Saint-Nazaire!
Primero tómate el tiempo de recorrer el paseo marítimo salpicado de casas Belle-Époque. Pasea por el encantador barrio de La Havane, que te transportará por momentos a otro universo con sus villas fantasiosas y coloridas.
Sumérgete en un ambiente más industrial cerca del puerto y de los astilleros, de donde han salido muchos cruceros desde hace 150 años. Haz una visita guiada para conocer a estos gigantes del mar y descubre los entresijos de su construcción. Observa la descomunal grúa levantando secciones completas de barcos tan grandes como edificios… ¡Impresionante!
¿Quieres saber más sobre los legendarios transatlánticos fabricados aquí? Gracias a la visita inmersiva propuesta por Escal’Atlantic, podrás subir a bordo del Normandie o del France. ¡Todo un viaje en el tiempo!
Vincent Frasiak Ot St Brevin 23
Por la mañana, pasea por el parque del Litoral, en Saint-Brévin-les-Pins. El sendero costero que domina este jardín ofrece una panorámica extraordinaria del fuerte de Mindin y de los colores del estuario del Loira. ¿Una bestia parece surgir del agua? ¡Tranquilo! ¡Es la Serpiente del Océano de Huang Yong Ping!
Luego, dirígete a Pornic, donde los barcos de pesca y los veleros tradicionales conviven armoniosamente en el antiguo puerto. Recorre sus muelles hasta los pies del castillo. Por el camino llegarás al puerto deportivo de Noeveillard. Mientras avanzas por la cornisa, verás las cabañas de pescadores. ¡Una estampa de postal!
Por la tarde, descubre los paisajes de la costa de Jade desde el mar. A bordo del Évasion III, pon rumbo a Préfailles y a la punta de Saint-Gildas. A bordo del Corsaires de Retz, navega por las islas de Noirmoutier y del Pilier como telón de fondo. ¡Tú eliges!
Despierta temprano para no perderte el regreso al puerto de la Turballe de los pesqueros. Nada más amanecer, podrás contemplar el baile de los arrastreros y la venta de pescado en la lonja.
La Turballe, antiguo pueblo de chaumières —casas rurales con techo recubierto de paja, centeno, cañas o juncos—, se desarrolla en torno a la pesca de la sardina y a la industria conservera. Una historia en la que te sumergirás de lleno visitando el sardinero Au Gré du Vent.
Por la tarde, otros marineros te esperan: los de la marisma de Brière. Sube a bordo de su barcaza, barco típico con fondo plano, única manera de explorar este entorno natural. Al final del día podrás observar las aves que anidan aquí.
¿Vuelves por Nantes?
Pasa entonces Sud-Loire y embarca con tu coche en el ferry de Loire, en Couëron. Desviándote ligeramente a Le Pellerin llegarás a la obra Misconceivable de Erwin Wurm. Última sorpresa de esta estancia en el estuario…
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