rade-de-brest-martin-viezzer.jpg
©La rade de Brest avec un voilier du patrimoine|Martin Viezzer
Descubre los secretos de la rada de BrestAl ritmo del océano
Idea de estancia

Descubre los secretos de la rada de Brest

Descubre Brest, una ciudad dinámica marcada por el mar y su rada, una de las más grandes y bellas del mundo… ¡Palabra de marinero!

Sugerencia para
3 días

DE UN VISTAZO

Bienvenido a Brest, una metrópolis urbana y marítima unida al océano por su rada. ¡Una inmensa bahía que te sorprenderá y oxigenará durante tu estancia! Disfruta de las vistas desde Recouvrance y Siam, dos emblemáticos barrios de Brest; desde el puente Albert-Louppe o desde el primer teleférico urbano en Francia. También puedes explorar la rada a bordo de un tradicional barco marisquero: ¡su capitán te contará mil y una anécdotas, detalles e historias increíbles!

Pasea por los barrios de Brest

Aprovecha el primer día para descubrir Brest. Para una primera visión general, cruza el río Penfeld por el emblemático puente de Recouvrance, que une dos barrios dispares, dos caras distintas de la ciudad.

En la margen derecha, Recouvrance, el alma de Brest. Piérdete por sus callejuelas en busca de detalles insólitos, como la fuente junto a La Maison de la Fontaine, una de las más antiguas de la ciudad y referencia actual de artistas. Desde la torre Tanguy o la pasarela del Jardín des Explorateurs, podrás ver una de las panorámicas más bonitas del puerto.

En la margen izquierda, el barrio de Siam invita a mirar escaparates. Su calle principal, totalmente peatonal, está salpicada con múltiples tiendas, cafeterías y chocolaterías. Sucumbe a la tentación de un pompon de Brest, ¡un delicioso caramelo de mantequilla salada recubierto de chocolate negro!

  • Tras pasear por el puerto del castillo, visita una institución gastronómica de Brest: Le Crabe-Marteau. Un restaurante especializado en mariscos, en particular en el cangrejo del mar de Iroise. ¡Buen provecho!
  • Visita el castillo y su Museo Marítimo, que traza varios siglos de historia naval y ofrece unas magníficas vistas del puerto.

Paseo a bordo de un tradicional barco marisquero

Sube a bordo del Loc’h Monna, un antiguo barco marisquero de la rada de Brest, y aprecia la belleza de los paisajes desde otro punto de vista.

Yann, el capitán, conoce al dedillo su embarcación: ¡la restauró él solo de arriba abajo! Inmerso en sus maniobras, te contará múltiples historias y anécdotas del barco y de la rada.

¡El mar da hambre! Para comer, disfruta de los excelentes productos locales: fresas Plougastel, quesos de cabra de Ménez-Hom…

De vuelta a la tierra, visitaLes Ateliers des Capucins, un antiguo edificio industrial de la Marina rehabilitado como centro cultural. Sube con el teleférico urbano y contempla las impresionantes vistas de la ciudad y del arsenal.

  • Le Brestoâ te invita a embarcarte hacia el Aulne marítimo para atracar en La Brasserie du Bout du Monde, en Térénez, donde podrás saborear cerveza artesanal 100 % bretona.
  • Y no te pierdas el 70.8, un espacio lúdico y científico dedicado a la innovación marítima alojado en Les Ateliers des Capucins.

La vuelta al mundo… ¡sin salir de la rada!

Por la mañana, prepárate para sumergirte en las profundidades de los océanos. Situado a orillas de la rada de Brest, Océanopolis no se parece en nada a un acuario clásico. Aquí, podrás descubrir la inmensa riqueza y variedad del medio marino, apreciar la diversidad de especies tropicales, polares, continentales… y, por supuesto, ¡bretonas! ¿Quieres un buen consejo? Asiste a la alimentación de las focas y descubre sus peculiaridades en compañía de un mediador científico. ¡No te lo pierdas!

Por la tarde, pasea por el puente Albert-Louppe, habilitado para la circulación de peatones y ciclistas, desde donde disfrutarás de una panorámica excepcional de toda la rada y fíjate de paso en su vecino atirantado, el puente de Iroise. ¡Una obra de ingeniería de lo más elegante!

¿Te gusta caminar? Entonces sigue la ruta que sale del Passage, a lo largo del río Élorn, y contempla a tu ritmo la sucesión de diques de madera, prados salados, marismas, calas… ¡Otra manera de disfrutar de la rada de Brest!

  • Y no te pierdas el 70.8, un espacio lúdico y científico dedicado a la innovación marítima alojado en Les Ateliers des Capucins, y la escenografía del Canot de l’Empereur.
  • ¿Quieres ver más? Pon rumbo a la península de Crozon para descubrir la parte sur de la rada… ¡un lugar idílico!

Nos gusta

  • Sentarse plácidamente en una de las múltiples terrazas de la rue de Siam, en Brest, y disfrutar de las vistas del puente de Recouvrance, del río Penfeld y de Les Ateliers des Capucins.
  • Recorrer la rada de Brest a bordo de un velero tradicional.

Descargar notas de viaje

Toda la información del sitio y más en un archivo pdf.

Descubre otras ideas de estancia

Web Oficial de Turismo de Bretaña
Cerrar