Descubre los secretos del arte y la artesanía bretones en CornouailleEl arte y la materia en el sur de Finistère

Idea de estancia

Descubre los secretos del arte y la artesanía bretones en Cornouaille

Justo lo que necesitas. 3 días de visita en Quimper para impregnarte de su arte y su brisa marina. Concarneau, Locronan, Pont-Aven: estas ciudades de arte poseen un talento y un ambiente personal e intransferible. Loza, pintura, cine, saber hacer… ¡el sur de Finistère es un auténtico cofre del tesoro!

Sugerencia para 3 días

3 días

De un vistazo

Desde Quimper hasta las orillas del Aven, pon en marcha todos tus sentidos. Tallados en la piedra, bañados por el mar… los paisajes inspiran a artistas y diseñadores desde la noche de los tiempos. ¿Seguimos sus pasos? De paseo por el puerto de Concarneau, tras la estela de Gauguin y Sérusier en Pont-Aven… y en Locronan, auténtico plató de cine al aire libre. No nos olvidemos de Quimper y su barrio de oficios artesanos: entre loza, textil y bordados, nos damos un buen baño de energía inspiradora.

Día 1
Día 2
Día 3

Quimper-Locronan: de una joya bretona a otra

¡Degemer mat! Hoy deshaces la maleta en Quimper, la ciudad de Arte y de Historia de los tres ríos. Empezamos suave dando una vuelta por el casco antiguo y sus calles empedradas. Se vislumbra desde lejos y todos los caminos conducen a ella: la catedral Saint-Corentin. Simplemente extraordinaria. Con unas agujas que impresionan. Después, tú decides: alargas el paseo hacia el jardín de las murallas, los muelles del Odet… o te reservas un poco para mañana y pones rumbo (en autobús o coche) al pueblo de Locronan. Un decorado de piedra donde se han rodado 30 películas. Casas de granito, calles empedradas… ¡mira cómo presume de sus encantos! Los numerosos artistas y artesanos que se han afincado aquí no se han equivocado. Háblales de su magia. ¡Un ratito de cháchara garantizado!

Para dormir en Quimper, nos encanta el Ginkgo, en el barrio de Locmaria, y el Kregenn entre la estación y el centro. En cuanto a B&Bs, nos decantamos por el Le Banellou.
En Locronan, para picar algo o merendar, Odette es una fantástica opción, así como Ty Coz, si te apetece disfrutar de una crepe.

Loza, sidra, crepes, bordados… Quimper, nos deja anonadados

Amanece en el barrio de Locmaria. Hace 300 años que la loza nació aquí, un saber hacer tradicional perpetuado por la Faïencerie Henriot-Quimper. Las técnicas son las mismas y todo es diferente. Se sigue creando y pintando a mano el cuenco bretón, pero los trazos naïf conviven hoy con el diseño contemporáneo.
De un salto aterrizamos en la École de Broderie d’Art creada por Pascal Jaouen. Y ya puestos en el mundo del bordado, nos vamos a la Biscuiterie de Quimper : para probar sus famosas crepes «de encaje» o dentelle, finas y crujientes. ¡No te las puedes perder!
¿Va cayendo la tarde? Es hora de emprender la Ruta de la sidra, con una parada obligada en el Manoir du Kinkiz. Sidra, zumo de manzana, vinagres y alcoholes (con moderación): todo está exquisito y la atención es inmejorable. Para terminar el día en la misma línea, regresamos a Quimper, a Le Sistrot: restaurante y sidrería para deleitar tu paladar en la mejor compañía.

La Route du cidre AOP en Cornouaille son 7 itinerarios turísticos alrededor de ciudades, pueblos, playas, lugares emblemáticos del sur de Finistère y la posibilidad de aprender mil cosas charlando con los productores locales.
¿Eres más de cerveza? En Only Bears, en pleno casco histórico, disfruta de una buena birra local (con moderación y rodajas de salchichón).

Pont-Aven, Concarneau… ¡menudo cuadro!

Este vaivén colorido de los barcos de pesca cerca de los muelles ha servido de inspiración a pintores desde 1850. Y esta mañana, ¡tus ojos harán chiribitas! Salimos hacia  Concarneau, a 25 minutos de Quimper. Una vez en la plaza Duquesne subimos a bordo de la embarcación rumbo a la Ville Close, la ciudad amurallada. Pasamos por el puente levadizo y nos adentramos de inmediato en pleno casco antiguo de la llamada «Ville bleue» o cuidad azul.
Por la tarde, cambio de decorado. Pont-Aven, la «ciudad de los pintores» enclavada en su estuario, te espera. Laberinto de callejuelas, lavaderos, luces y rocas que desembocan en el río: 140 años han pasado por aquí… sin embargo, la sombra de Gauguin, Sérusier o Maufra aún merodea por estos lares. Abre las puertas del  museo, donde encontrarás a los artistas de Pont-Aven, artífices de las colecciones. ¿Recogerse ya? Ni hablar si aún no has probado las traou mad o «cosas buenas» en bretón: los típicos palets o galletas de pura  mantequilla salada que son pura felicidad.

Para visitar Concarneau de otro modo, recorre la ciudad con los cinco sentidos a toda máquina: el juego del «misterio de Abgrall» es una búsqueda del tesoro a escala regional.
Para comer, salte de la ruta y vete a Riec-sur-Bélon. Chez Jacky en el puerto, o en la granja Les Huitrières du Château de Bélon, la ostra plana es la estrella. También gourmet y delicioso, L’Atelier Mélanie.

¡Nos encanta!

Locmaria, el barrio de los artesanos que lo tiene todo en Quimper : vegetal, artesanal, artístico, patrimonial, gastronómico…
Sigue el rastro de los pintores de Pont-Aven, desde la Pension Gloanec hasta los caminos del Bois d’Amour donde instalaron su caballete. En la zona alta del municipio, vete de un salto a la capilla de Trémalo: bajo su techo asimétrico, un cristo policromo inspiró a Gauguin para su famoso Cristo amarillo.

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